En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, las organizaciones que no se adaptan corren el riesgo de quedar obsoletas. La gestión de personas, históricamente vista como un área de soporte, ha sido sacudida por la disrupción digital. Hoy, más que nunca, las áreas de Recursos Humanos se encuentran en una encrucijada: evolucionar o quedarse atrás. La inteligencia artificial, el análisis de datos, y las plataformas digitales están redefiniendo cómo interactuamos con nuestros colaboradores. Sin embargo, la realidad es que muchos departamentos de RRHH todavía luchan por estar a la altura.

Varios estudios recientes (McKinsey, Deloitte, HBR) continúan presentando una brecha creciente entre las expectativas que las personas tienen hacia las organizaciones, sus líderes y el trabajo en general y las exigencias de los negocios que, paradojalmente, más estresan al recurso que, según dicen, es el más crítico: el talento de las personas. En muchas organizaciones, la desconexión entre las expectativas y la realidad actual e inmediata es alarmante.

Luego de la pandemia, el rol de las áreas de RRHH ha tenido la oportunidad de reconfigurarse. Algunos la han aprovechado; otros no y siguen proponiendo respuestas / propuestas viejas para retos nuevos; es necesario cuestionar y tomar algunas medidas audaces.